jueves, 2 de julio de 2009

Samira Makhmalbaf: A las cinco de la tarde, cuando todo lo demás era muerte.





“El arte se produce cuando la realidad de la tierra hace el amor con la imaginación del artista”

S. Makhmalbaf



El cine Iraní se construye a base de poesía, silencios y paisajes vacíos. De miradas que dicen más que cientos de palabras, de honestidad desnuda y salvaje. Como escribía Lorca en el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías: “A las cinco de la tarde….Lo demás era muerte y sólo muerte, a las cinco de la tarde”. Pero, ¿acaso el sufrimiento, la injusticia y el miedo no son sentimientos universales?
Con estos versos inicia y concluye Samira Makhmalbaf, su película A las cinco de la tarde (2003), con un plano y un contraplano de la misma escena. Tal vez la cara y la cruz de la realidad que vive su pueblo.
Nacida en Teherán (1980), Samira es actualmente la joven promesa del cine de su país. De llamativa belleza, concentrada en unos enormes ojos, su espíritu subversivo, a menudo incomodo, le llevó a abandonar la escuela con tan solo catorce años. Sus profesores unicamente le ofrecían preguntas con respuestas preestablecidas y ella quería ir más allá. El cine le concedería el privilegio de explorar las dificultades de su contexto, así como las zonas limítrofes como Irak o Afganistán: Cómo bien decían ella y su padre, el respetado cineasta Mohsen Makhmalbaf: “Si existen Médicos sin Fronteras, ¿porqué no han de existir los directores sin fronteras?”.

Salvando las distancias, se la ha comparado con Sofía Coppola y es que ambas pertenecen a esa elite de mujeres que combinan a la perfección la sofisticación con lo intelectual. No obstante a Samira se la ha calificado con los términos como “Disarmingly Chic”, algo así como el “chic apaciguador”, en el que por ejemplo, armoniza la manicura y el maquillaje, con la tradicional “Hijab” negra. Para combatir, suponemos, por unos valores esperanzadores, que entienden la cultura y la educación como la única tabla de salvación social. Y es que, según sus palabras, “La democracia no se puede crear con acciones militares”. De ahí que la alusión a la enseñanza sea una constante a lo largo de su filmografía. En La Pizarra (2000), narra la historia de unos maestros en busca de alumnos a través de las montañas del Kurdistan, donde se establecerá un hermoso paralelismo entre las pizarras que portadan a sus espaldas y que les hará parecer pájaros que huyen de la repentina presencia de los aviones. ¿Pero hacia dónde escapar? ¿Qué caminos han de seguir? Los personajes de Samira deambulan, atravesando caminos hacia ninguna parte. Un matiz pesimista, que también se encuentra en A las cinco de la tarde. Rodada en Kabul, nos presenta el momento que sucedió a la intervención de EEUU y la caída del régimen Talibán. Un periodo en el que mas de un millón de personas sin hogar regresan a la capital afgana, provenientes de Pakistán o Irán con la esperanza de hallar una situación mejor y que se encontran con la obligación de vivir en una ciudad en ruinas, en el corazón de uno de los países mas pobres del mundo.

Pero lejos de buscar culpables y predisponer juicios acusatorios Samira Makhmalbaf, nos revela un relato convincente en el que se aprecian las insoldables diferencias generacionales. Los ancianos son victimas de unos valores que les impiden consideran de alguna manera a las mujeres, de hecho ni siquiera mirarlas. El periodo talibán les ha marcado profundamente como veíamos en la película Osama (2003) de Siddiq Barman.

Las mujeres que ahora pueden ir a las escuelas, viven entre la desconfianza y el recelo hacia lo masculino, pero anhelan la posibilidad de crear un mundo mejor pese a portar un bebe agónico entre sus brazos.
Como en su primera película La manzana (1997), donde de nuevo nos habla de la opresión familiar hacía la mujer. A Nogreh, la protagonista, su padre no la deja ir a la escuela, pero ella irá porque anhela ser la presidenta de su país. Un deseo inocente, puede que ingenuio , pero simbólico de todo lo que está ocurriendo.

Esther González Couso

publicado por Azul Eléctrico - Cultura Subterránea


(*) En el 2009 Samira Malkhmalbaf estrena El caballo de dos piernas.





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